Nos han tocado días no de vino y rosas sino de aguardiente y losas
no nos ha quedado otra cosa que aguantar, y, yo , callada, hablo ahora
tarde para quienes nos dejaron, demasiado tarde para quienes se fueron
A ellos van mis palabras mis sentimientos enteros
porque en cada vida va un hálito certero, de aromas y lavandas lleno
se ha llevado no ya el bienestar sino todo lo que más quiero
aún así nos ha dejado en la soledad de un viento antiséptico y cierto
de un aire que huela a desinfectante y prevención , a mascarilla y distancia
pero esta distancia que un día nos impuso una loca pandemia
no impedirá que mis palabras lleguen a quienes se fueron
palabras que espero suenen a todos los susurros que me vienen
cuando siento en mi espíritu que me poseen
y que ya dejo de ser yo, para poner voz a quienes un respirador quitó
el arte de respirar, la tranquilidad de la respiración hecha riqueza
antes dada por supuesta
Que no haya más respiradores, porque no sean necesarios
que respiremos aire sin más
como somos por demás
sin embargo tantos se han ido y se están yendo
que sólo mi silencio
les hará justicia y dará paz sin angustio.