Que no pare la música, que no pare
que alardee de un grito contra cualquier pared
esas que han emparedado mi vida de adultez
y ya no quiero ser o no ser
quiero bailar sin retroceder
bailar a la madrugada de los tiempos de ayer
verme cual niña en el espejo de anteayer
que me reconocía al menos en él
hoy me veo rubia, demasiado rubia para mi ser
el sol ya no calienta ni los pies
y yo me empeño en brillar como única luz de diez
menos mal que me reí tanto de mi que no hay lucidez
ni en mí ni en nadie que conocí
sino sombras
todo se me antojan sombras de jalogüín
en un mundo en que los muertos viven
en un paralelo mundo sin fin
o eso espero
de lo contrario mi vida no habrá servido
sino para arañar unos versos de bruja hervido
que no me gusta ya ni rimar ni digerir lo digerido
que quiero salir reír y volver a mi ser anterior cual fuera
no dirigido ni pensado sí ahí afuera
donde se solucionan los problemas de dentro, ahí fuera
en el exterior tan contagioso
que se me antoja tan ocioso
el mundo que nos hemos cargado
que ya descubren vacunas hasta para los piojos
pero todos olvidaron que tras la pandemia, tras el coronavirus
existen seres humanos , sí, seres humanos, ancianos o jóvenes
personas con sus vivencias , extrañezas y rarezas de qué demontres
hablo
si soy afortunada por tener este cacharro internético
que me hace escupir versos en un fluir frenético
hoy debe ser que Grecia ha temblado, y lo ha hecho
que la injusticia ha rebasado sus límites maltrechos
y me encuentro bajo un techo
hasta ahí todo correcto
que si no tuviera esta casa que casi me vió nacer
no sé yo no lo que iba a hacer
desarropada por un mundo de huérfanos
que no puedo ver ni en los tuétanos
del ser
que la vida ya es dura
con esto se me antoja espesa, oscura
pero sé que como hemos sobrevivido
a anteriores devastaciones y desastres helados de hombres abigarrados y vívidos
sé que aún queda mucho por hacer
mucho por escribir,
mucho por decir
no se me rindan compañeros
que juntos venceremos
o no,
pero juntos acabaremos
eso que ya empezamos de rotunda estupidez
que iremos a la mierda remo con remos
pero al menos podremos decir que luchamos por la sandez
que no es otra que vencer un virus
que ya me ha robado la razón, de nada más puedo escribir o centrar mi estupidez
sino en un maldito coronavirus que nos ha dejado vencidos
más no víctimas ni estamos muertos
aunque hoy se celebre el día de los muertos
quiero recordar que todo sigue vivo en mí
la esperanza de volver con la frente marchita, y así
vienen tiempos que no recordé
pero mi mascarilla enmascara la risa que me da
el vernos tan asustados en realidad
nosotros, tan omnipotentes y relucientes
dejamos de ser en el momento que nos rendimos sin dientes
acojonados, sin fiebre, o con ella
en fin voy a dormir el duermevela
que si no enloqueceré sin vela