Un trasiego diario, rutinario pero entusiasmado llena mi vida
mi vida adulta, esa pequeña corruptela de sentimientos y sensaciones de ida
que en la vuelta se transforman en decisiones no ya de niña
quiero ser esa niña, volver a jugar con mis hermanos y hermana casi en riña
pero en un divertido ir y venir de imaginación, esa que llena la mente de tiña
tiña para quién no entienda que la imaginación es lo primero y primordial
aquello a lo que debemos que este mundo sea una diversión fenomenal
que un árbol de hojas secas no sea otoño sino una muerte anunciada de vida próxima
que una silla no tenga cuatro patas, o teniéndolas, se vea tenue en la luz tímida
estoy envuelta en la vida, ahora que la muerte nos ronda
he ido al polo opuesto de la nada rotunda
al vivir poco a poco de forma profunda
no quiero hacer caso al coronavirus
no quiero ver lo que es siendo y son espíritus
deseo hoy más que nunca trascender la muerte misma
y llenar mi soledad de papeles que completar
y vida por vivir en un ánimo de amar
no quiero morir
me gusta demasiado la vida
nadie desea morir
pero admitámoslo,
tarde o temprano dejaremos el mundo
para ser lo que fuimos somos y seremos
y habitar más allá de lo profundo