El otro día mi madre me mandaba un vídeo de no hacer llorar a Dios. Yo, egoísta, sólo pensando en mi y con caprichos de niña, espero me perdona para ello va esto:
Ni una lágrima más, ni una
ya lloraste todo en tu pasión
de dolor, pena y menos compasión
ahora sólo quiero imaginarte feliz
con esa sonrisa de angelote
de rey de los angelotes
que por tus lágrimas y sufrimiento
no habrá esponja de lo siento
así que se acabó el capricho del cuento
te quiero y esto no se lo lleva ningún viento