Puede que seamos vulnerables
a una enfermedad de sables
ya no somos inmunes
ni a la enfermedad ni los lunes
ya de hecho no existen lunes
sino todo es muy marciano, de martes
o de una mitad de ingrávido miércoles
nos hemos quedado parados, como estiércoles
sin nada que hacer, salvo pastar como coles
pero siempre al sol, al sol que nos iluminará
y quizá nos desvele y quemará
pero siempre con la esperanza
de que nada está perdido ni nada es chanza
que nos atacan se me alcanza.
De los sillones saldremos como tiburones
a nadar entre cualquier mar de esturiones
que nada impedirá
que todo esto vaya a acabar, y acabará
llevándonos por delante o detrás
sé que todo a la normalidad volverá