De las noches más frías aprendí
que el calor de tu amor
era un barato ardor
que te vendías al mejor postor
y lo hiciste con mentira y dolor
dolor para mi, mentira la tuya
que es una bien grande y duele en la misma boya
en la que marítimamente deseé amarte
hoy no reconozco esos días de sal y sol
en que todos parecían olvidarme
y tú el primero en recordarme
que tu inmadurez eterna
será la excusa perfecta
para que yo, por mi parte
avance
Así que ya ves, veinte años después
aunque sabiéndolo desde que te conocí
me he dado cuenta que eras una mentira
un oasis falso en un alma jamás desierta
te amé con todas mis fuerzas
te amé hasta la locura
y tú lo devuelves con la desenvoltura
de excusas baratas y decisiones tuyas
véte de mí tu pensamiento
aléjate de mi niño pequeño
que el día y momento exacto
sabrás que lo que te lloré y soñé
no merecía ni un segundo de mi ser
invertí veinte años en ello
pero no me arrepiento por eso
si acaso por sabiendo lo sabido
negarlo