Despellejada, sin casco ni armada
me paseo por la vida desvelada
no tengo ni córcel ni lanza
sino que los errores me acechan
y como humanamente puedo
ya no hay deseo ni quiero
todo pasa rápidamente
en un abrir y cerrar de ojos, in ictu occuli
pero a pesar de toda mi lucha inútil
vale la pena dejarse la piel en la batalla
y me la dejé hasta tal punto
que no veo el cambio de piel y sangre, ni su dibujo
soy más bien una sangrienta vena
que recorre el mundo sin pena
sin piel, a lo incómodo de la situación
hay que sumarle que siento y pienso
y saco mis conclusiones
que como peligrosas decisiones
persiguen en canal mi sangre sin nombre
mi vena que fluye sin piel ni cumbre
sí camino sin piel protectora
he desnudado mi anatomía al sol
que arde en una sangre que fluye
y duele como si no hubiera ayer
duele
sobre todo es ese dolor sin ruido, sin ritmo
lo que me carcome, lo que me desploma
ese dolor que no tiene dueño, bueno yo misma
pero que sin su piel protectora
casi se vuelve carcoma
y por ahí voy , sin piel que acariciar
sin piel que tocar
simplemente la sangre brota brutalmente
en una explosión de sentimiento
que es lo que vengo a ser básicamente
sin piel lloran las lágrimas y escuece la sangre
como esa corona espinada
que no me quitaré por nada