Párate, deja que el tiempo corra velozmente
pero tú, para, tu ritmo frenético
tu vaivén de casi ir maniático
pregúntate ¿hacia dónde? ¿qué?
pero pregúntate a ti mismo
luego haz de tu vida un ismo
revoluciona tu vida entera, dale la vuelta, déjala patas arriba
pero antes debes parar
a caso ¿no es el principio de cero empezar?
ya vendrán los vientos que acusen tu cambio
ya vendrán los aires de vida nuevos
pero de momento
párate
y solo observa
veo mi desordenada habitación construida por mis padres
veo mis mochilas, esas que llevo y pesan como piedras
veo mis mantas que me acogen cuando lloro o hace frío
pero escucho el caer de alguna gota perdida de agua del río
del río de ese cielo que va y viene lleno de nubes
y me paro
y pienso, y repienso
y me deleito en la quietud de la parada
no sin el nerviosismo de las agujas del reloj que descaradas
se atreven a desafiar mi parada
pero hoy no me toca andar
hoy paro, paro
para poder volar hay que despegar
aunque ya no desee ni volar
las alas ya rotas y los pies aflamencados pegados al suelo
un suelo que duele, tan aburrido como que no tiene duende, no vuelo
pero no me pasa nada
aprenderá a nadar o a dar pasitos uno tras otro
en este camino que es la vida
y en el que al igual que saber andar, incluso correr
hay que saber parar
y observar
y pensar
y repensar
y luego es otro tiempo